Oclusión Dental Defectuosa



La oclusión dental defectuosa significa que los dientes no están alineados apropiadamente.

Causas

La oclusión se refiere al alineamiento de los dientes y la forma como ajustan los dientes superiores e inferiores (mordida). Lo ideal es que todos los dientes superiores encajen o ajusten ligeramente sobre los inferiores. Las puntas de los molares encajan en los surcos de los molares opuestos.

Los dientes superiores impiden que las mejillas y los labios sean mordidos y los dientes inferiores protegen la lengua.

La oclusión dental defectuosa es con mucha frecuencia hereditaria, lo cual significa que la afección se transmite de padres a hijos. Puede haber una diferencia entre el tamaño de las mandíbulas superiores e inferiores o entre el tamaño de la mandíbula y el diente, lo que provoca apiñamiento de los dientes o patrones de mordida anormales.

Las variaciones en tamaño o estructura de cualquiera de los maxilares pueden afectar su forma, como lo pueden hacer los defectos congénitos como el labio leporino y paladar hendido. Otras causas de oclusión dental defectuosa abarcan:

- Hábitos de la infancia como chuparse el dedo, presionar los dientes con la lengua, usar biberón o chupete     después de los tres años y tomar biberón durante mucho tiempo
- Dientes extras, impactados, perdidos o formados anormalmente
- Obturaciones, coronas, prótesis, retenedores y correctores dentales mal ajustados
- Mala alineación de fracturas de la mandíbula después de una lesión grave
- Tumores de la boca y la mandíbula

Hay diferentes categorías de oclusión dental defectuosa:

- La oclusión dental defectuosa tipo 1 es la más común. La mordida es normal, pero los dientes superiores se superponen ligeramente sobre los dientes inferiores.
- La oclusión dental defectuosa tipo 2, llamada retrognatismo o sobremordida, se presenta cuando el maxilar y los dientes superiores se superponen de manera considerable al maxilar y dientes inferiores.
- La oclusión dental defectuosa tipo 3, llamada prognatismo o submordida, se presenta cuando la mandíbula inferior sobresale o se proyecta hacia adelante, lo que hace que el maxilar y los dientes inferiores se superpongan al maxilar y dientes superiores.

Síntomas

- Alineación anormal de los dientes
- Apariencia anormal de la cara
- Dificultad o molestia al masticar o morder
- Dificultades en el habla (poco frecuente) incluyendo balbuceo
- Respiración bucal (respirar por la boca sin cerrar los labios)

Pruebas y exámenes

La mayoría de los problemas con la alineación de los dientes los descubre el odontólogo en un examen de rutina. El odontólogo puede halar la mejilla hacia afuera y pedirle que muerda hacia abajo, con el fin de verificar el buen ajuste de los dientes posteriores. Si hay algún problema, generalmente lo remitirá a un ortodoncista para el diagnóstico y tratamiento.

Es posible que sea necesario realizar radiografías dentales, radiografías de cráneo o cabeza o faciales. Con frecuencia, es preciso hacer moldes de plástico o yeso de los dientes.

Tratamiento

Muy pocas personas presentan una alineación perfecta de los dientes. Sin embargo, la mayoría de los problemas son tan mínimos que no requieren tratamiento.

La oclusión dental defectuosa es la razón más común para la remisión al ortodoncista.

Con el tratamiento de la oclusión dental defectuosa moderada o considerable, los dientes son más fáciles de limpiar y hay menos riesgo de caries dentales y enfermedades periodontales (gingivitis o periodontitis). El tratamiento elimina la tensión sobre los dientes, la mandíbula y los músculos, lo cual disminuye el riesgo de ruptura de un diente y puede reducir los síntomas de trastornos de la articulación temporomandibular.


El objetivo del tratamiento es corregir la posición de los dientes, para lo cual se pueden emplear frenillos (corrector dental) u otros aparatos. Se colocan bandas metálicas alrededor de algunos dientes o se adhieren uniones de metal, cerámica o plástico a la superficie de los dientes; además de utilizarse alambres o resortes para aplicar fuerza a ellos.

Es posible que sea necesario extraer uno o más dientes si el apiñamiento es parte del problema. Los dientes irregulares o ásperos pueden ajustarse, moldearse, pegarse o se les puede colocar una corona. Se deben reparar las reconstrucciones y los aparatos dentales defectuosos. En raras ocasiones, se requiere de cirugía, la cual puede incluir una reconstrucción quirúrgica para prolongar o acortar la mandíbula (cirugía ortognática). Se pueden usar alambres, placas o tornillos para estabilizar el hueso de la mandíbula, de manera similar a la estabilización quirúrgica de la fractura de la mandíbula.

Es importante cepillarse y limpiarse los dientes con seda dental todos los días, al igual que las visitas regulares al odontólogo general. La placa se acumula en los frenillos o aparatos dentales y puede marcar los dientes permanentemente o causar caries si no se tiene el cuidado adecuado.

Los retenedores (utilizados para estabilizar los dientes) pueden requerirse por tiempo indefinido para mantener la nueva posición de los dientes.

Expectativas (pronóstico)

Los problemas con la alineación de los dientes son más fáciles, más rápidos y menos costosos de tratar cuando se corrigen a tiempo. El tratamiento es más eficaz en niños y adolescentes, pues el hueso es todavía blando y los dientes se pueden mover más fácilmente. El tratamiento puede durar normalmente de 6 meses a 2 o más años, dependiendo de la gravedad del caso.

El tratamiento de trastornos ortodóncicos en adultos por lo general es efectivo, pero puede requerir un uso prolongado de frenillos (corrector dental) u otros aparatos.

Posibles complicaciones

- Caries
- Molestia durante el tratamiento
- Irritación de la boca y las encías (gingivitis) causada por los aparatos
- Dificultad en la masticación y el habla durante el tratamiento

Cuándo contactar a un profesional médico

Consulte con el ortodoncista si se presenta dolor de muelas, dolor en la boca u otros síntomas durante el tratamiento ortodóncico.

Prevención

Muchos tipos de oclusión dental defectuosa no se pueden prevenir. En algunos casos, es posible que sea necesario controlar algunos hábitos, como chupar dedo. Sin embargo, la detección del problema y el tratamiento a tiempo pueden optimizar el tiempo y el método de tratamiento que se necesite.