Tratamiento odontológico en pacientes con asma

El Asma es una enfermedad pulmonar caracterizada por la obstrucción, inflamación e hiperrespuesta de las vías respiratorias. Es uno de los trastornos crónicos más frecuentes en la pobla­ción infantil y en los adolescentes. Son diversos los elementos que entran en acción para desencadenar un cuadro asmático. La mayoría son sustancias de origen y estructura química muy variada que ingresan por vía aérea al árbol bronquial, y desencadenan en él respuesta de alergia.

MANEJO ODONTOLÓGICO DEL PACIENTE

Consideraciones y adecuaciones en la consulta odontológica

- Identificar en la his­toria clínica los factores desencadenantes del asma bronquial, así como conocer la severidad de los episodios, manejo farmacológico y las hospitalizaciones que por este motivo hubiera tenido el enfermo.

- Es importante identificar los factores desencadenan­tes para evitar crisis de asma durante la consulta.

- Se recomienda evitar en el consultorio las alfombras y los acaba­dos tanto de pisos como de paredes que retengan polvo, así como las plantas que liberan polen.

- Debe prohibirse fumar no sólo dentro del recinto sino también en la sala de espera. También se evitará el exceso en el uso de aromatizantes o líquidos de limpieza muy con­centrados que irriten las vías respiratorias.

- Está contraindicado el empleo de fármacos que desencadenen la enfermedad, como puede suceder con el uso de ácido acetilsalicílico.

- El odontólogo debe solicitar de su paciente el bronco­dilatador que emplea de manera rutinaria para utilizarlo si fuera necesario, ante el inicio de un cuadro sintomatológico.

- En los pacientes con asma moderada o severa se recomienda la inhalación del broncodilatador de manera profiláctica.

- Está contraindicada la administración de anestésicos locales con vasoconstrictores adrenérgicos en pacientes que reciben corticosteroides por vía oral como tratamiento para el asma.

- Seleccionar para ellos algún otro anestésico local de los que existen en el mercado que contenga un vasoconstrictor no adrenérgico, como la feli­presina empleada con la prilocaína.

- Ante una crisis de asma el manejo debe ser dirigido para controlar el proceso inflamatorio y obstructivo, de­volver la capacidad ventilatoria y evitar complicaciones mortales.

- Los casos severos deben identificarse por el odontó­logo y su personal auxiliar, los cuales se caracterizan por dis­nea severa y broncospasmo que impida una conversación, sibilancias agudas, cianosis, frecuencia respiratoria superior a 25 respiraciones por minuto, frecuencia cardiaca superior a ll0/minuto, con bradicardia posterior, agotamiento, confu­sión o inconsciencia.

- El manejo de esta situación de emergen­cia dependerá de la gravedad, recomendándose:

1. Administrar oxígeno, de 2 a 3 L/minuto.

2. Administrar un broncodilatador beta-adrenérgico por vía inhalatoria, como isoproterenol o adrenali­na al 1:1,000. Podría considerarse ante un cuadro severo, la posibilidad de administrar 0.1 mL de adrenalina al 1:1,000 por vía subcutánea.

3. Administrar corticosteroides por vía sistémica, hidrocortisona por vía intravenosa o quizá predni­sona o prednisolona por vía oral.

4. Debe considerarse la posibilidad de hospitalizar al paciente para darle ventilación asistida cuando el cuadro asmático no ceda.

MANIFESTACIONES ORALES

- Puede observarse sequedad de las mucosas por respiración oral, así como por el empleo de los agonistas β adrenérgi­cos.

- Los pacientes que utilizan corticosteroides por vía inhalatoria están en riesgo de desarrollar candidiasis oral, por tanto debe recomendárseles enjuagarse la boca des­pués de utilizar este tipo de medicamentos.

- El formoterol es un fármaco que produce como reac­ción secundaria la alteración del gusto.



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